La idea que presentamos aquí con los vendedores ambulantes no es dejar de comprarles para que se mueran de hambre, o echarlos a bolillo. Tampoco es que se elimine completamente el uso económico del espacio. La idea es que Bogotá sea una ciudad vivible para todos, que existan ventas en los andenes de forma controlada, y que los peatones podamos caminar tranquilos por el andén. Bogotá es grande, aquí cabemos todos.
¿Qué proponemos? Si los que aquí vivimos sólo le compramos a los legales, los que comercian dentro de la norma y sin convertir el andén (que es de todos) en su espacio privado, tarde o temprano, todos los vendedores serán legales y habremos recuperado nuestro espacio.
Si usted va a comprar minutos, compreselos al que trabaja en un puesto de los provistos por la alcaldía (los de aluminio) o un local, y no al que se para a congestionarlo todo. Comprele la sombrilla al legal, no al que no lo deja caminar. Comprele la bufanda al que está en un puestico organizado por la alcaldia, no al que pone un plástico e invade toda la cicloruta.
Hoy, anduve un ratico por Chapinero, y vea todos los ejemplos que encontré:
MINUTOS
Estos amigos en la 72 (todos en la misma cuadra) venden minutos de $200.
¿Por qué comprarle a estos?
¿Si este lo hace legalmente?
SOMBRILLAS
Las mismas sombrillas chinas en todas partes. ¿Por qué comprarles a estos?
Si este le vende lo mismo, al mismo precio, sin invadir el andén...
FORROS DE CELULAR
Este invade el espacio
Pero este le vende el mismo forro en un lindo local (y le da recibo y garantía)
BUFANDAS Y MOCHILAS
Nada como las bolsas gigantes encima de la cicloruta o el andén.
Mejor comprarle a estos, ¿no?
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