De su observación de este septimazo nos cuenta:
El "septimazo", un espacio creado para para que los bogotanos pudieran pasear tranquilamente por el centro, se ha convertido en un completo caos debido a la invasión incontrolada del espacio público: los vendedores de toda clase de objetos se encuentran allí (incluyendo artículos de de contrabando), además de mazorcas, pinchos , chorizos ,etc. , preparados en las peores condiciones higiénicas .
Los vendedores ingieren bebidas alcohólicas a la vista de todos, inclusive de los numerosos niños que circulan por allí. Borrachos botella en mano bailan al compás de la estridente música y jíbaros surtiendo a los drogadictos sin el menor problema .
El desorden es aprovechado por carteristas hacen su agosto. Los escasos policías que circulan por la séptima los hacen más como turistas que como agentes de la ley , que deberían poner orden a éste caos .
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